Muchos de nosotros hemos observado que la música tiene la capacidad de lograr grandes cosas, como levantar el ánimo, motivarnos para alcanzar nuevas metas y distraernos de hacer lo mismo de siempre. Las canciones para hacer deporte pueden darte fuerza, establecer el ritmo y aumentar tu resistencia cuando haces ejercicio. Entonces, ¿cuál es la fórmula mágica?
Científicos de Canadá y Japón realizaron una serie de experimentos científicos para demostrar que la música tiene una gran influencia en el rendimiento deportivo. Los científicos reclutaron a un grupo de atletas profesionales y aficionados para que participaran en una serie de estudios. Según las conclusiones de la investigación, la música influye en el estado de ánimo y la productividad de los atletas cuando se ejercitan intensamente, además de tener un impacto positivo en la tensión, el cansancio y el confort general. Además, una investigación llevada a cabo en 2015 por un grupo de expertos iraníes descubrió una clara relación entre la música y el ritmo cardíaco y la presión arterial: quienes se ejercitaban al ritmo de determinadas músicas mejoraban su ritmo cardíaco y su presión arterial.
Cuando los científicos del Centro Nacional de Medicina e Investigación Deportiva descubrieron una clara relación entre la música y el establecimiento de registros, informaron de sus hallazgos en la revista The Scientist. Los entrenamientos de fuerza realizados junto con la música aumentaron el rendimiento medio y máximo de los atletas, debido a la selección de canciones adecuadas.
Cuando se trata de hacer ejercicio con música, los beneficios son muchos.
La música se abordó anteriormente en esta sección, y ahora vamos a ver algunos de los beneficios y probables desventajas.
Beneficios del entrenamiento con música: Se consigue una mejor coordinación gracias al uso del ritmo y se aumenta el ritmo cardíaco, lo que hace que el entrenamiento sea más intenso.
Aunque el entrenamiento con música tiene muchos aspectos positivos, hay un inconveniente importante. Mientras que una persona puede no sentirse fatigada y agotada hasta el final, los atletas tienen una noción de “piloto automático” que define la situación cuando todos los entrenamientos se completan en automático. Cuando te dedicas a escuchar tus canciones favoritas, alcanzas un nivel de éxtasis, momento en el que tu cuerpo deja de regular tu actividad física. Con el “piloto automático” es posible el estado de “sobrecarga”, tras el cual el cuerpo necesita tiempo para recuperarse.
Por ello, sea consciente de su cuerpo mientras se entrena con el reproductor, y no se esfuerce en exceso y haga una evaluación educada de sus capacidades.
Se puede crear una lista de reproducción de ejercicios.
Para crear la mejor lista de reproducción de ejercicios, ten en cuenta los siguientes consejos:
Elige música que te guste y que te inspire y te haga sentir bien.
Considere la posibilidad de añadir a su lista de reproducción una variedad de géneros y estilos musicales. La música pop enérgica o los temas de baile furiosos son bienvenidos, sea cual sea el género. Esto añadirá variedad a tu entrenamiento.
Sé consciente del ritmo. Mantener la velocidad mientras te ejercitas tiene un impacto directo en tu intensidad. El término bpm significa latidos por minuto e indica la velocidad musical. Puedes descubrir los bpm de cualquier música buscándola en un motor de búsqueda e introduciendo una consulta. El mejor ritmo para los eventos deportivos está en torno a los 120-145 bpm. Si construyes una lista de reproducción deportiva, no utilices la función de canciones aleatorias. Las listas de reproducción más cortas deben comenzar con pistas con un ritmo constante que se acelere progresivamente hacia el final del entrenamiento.
Selección de pistas específicas para el tipo de entrenamiento
Elegir pistas que se ajusten a un ritmo musical específico durante un entrenamiento hace que la actividad tenga más éxito.
Para el calentamiento, elige pistas con un tempo más lento, entre 100 y 120 pulsaciones por minuto.
Se esperan canciones dinámicas e inspiradoras.
Con un ritmo repetitivo y en bucle, como el tecno, es necesario incorporar alguna forma de entrenamiento cardiovascular. Podrás mantener una velocidad constante gracias al ritmo equilibrado.
Las canciones de R’n’B y de club, así como las melodías de baile dinámicas y enérgicas, son excelentes para el ejercicio cardiovascular, la carrera y el entrenamiento con pesas.
Termina tu entrenamiento con una suave sesión de chill-out, para que tu ritmo cardíaco vuelva a la normalidad y puedas relajarte.
Hoy en día, muchas aplicaciones populares relacionadas con el fitness ofrecen música preprogramada para tus entrenamientos en el gimnasio. Puedes hacer uso de un grupo de música ya preparado o utilizar la experimentación y la creatividad integradas en tu cuenta de Spotify para crear tu propia lista de reproducción.